Sunday, March 19, 2006

Estoy de vuelta

Estoy de vuelta
Escuchando a Narcotic Thrust y leyéndome completamente "El existencialismo es un humanismo " vuelvo.
La verdad es que no tiene desperdicio ninguno.

[...]
A los que se oculten su libertad total por espíritu de seriedad o por excusas deterministas, los llamaré cobardes; a los que traten de mostrar que su existencia era necesaria, cuando es la contingencia misma de la aparición del hombre sobre la tierra, los llamaré inmundos.
[...]
J.P.Sartre

Casi todo lo que leo lo suscribiría.

Voy a tratar de explicar mi adaptación, cuando no simplemente adhesión sin complejos, a lo que se dice en el artículo.

A los pobres desgraciados a los que os doy la chapa de vez en cuando puede que os suenen algunas de las cosas que voy a decir, pero no deja de ser agradable poder leerlas en un artículo escrito por otra persona.

Después de leer el artículo, en el cuál Sartre por lo visto sale al paso de las críticas que tanto comunistas como cristianos vierten sobre él, se me queda por encima de todo un concepto, que por muy interiorizado dentro de mí, no puede más que conmoverme.
Llamémoslo compromiso o responsabilidad individual. Compromiso con la libertad individual indefectiblemente unida a la resposabilidad ineludible por cada uno de los actos que hacemos como personas.

Además hay algo que me hace mucha gracia del artículo y estoy seguro que a aquellos que me sufren les hará gracia también.

Sartre se defiende de las críticas que le tachan de pesimista y esgrime que, muy al contrario, el existencialismo es una filosofía optimista puesto que es la que más fe pone en el hombre, concibiéndolo como único responsable de sus acciones.

Cuántas veces tengo que defenderme de ser caracterizado de pesimista por simplemente reflejar lo que a mí se me presenta como la realidad del mundo.

Quiero hacer una nota, a lo largo del "post" me referiré a Sartre, pero en muchos casos me quiero referir a la filosofía existencialista.

Referente a lo que comentaba de la forma de ver el mundo, se dice en el artículo:

" Y, además, decir que nosotros inventamos los valores no significa más que esto: la vida, a priori, no tiene sentido. Antes de que ustedes vivan, la vida no es nada; les corresponde a ustedes darle un sentido, y el valor no es otra cosa que este sentido que ustedes eligen."


De todos modos, para evitar perder el norte mejor seguir aproximadamente la lógica del artículo para no perder nada por el camino.

Empieza el artículo grosso modo tratando de exponer las principales críticas que se reciben al existencialismo, a saber, que es una filosofía que conduce al quietismo, que subraya la ignonimia humana y también que, al negar la existencia de unos valores suprahumanos deja en el más estricto vacío el campo de los valores.

Como comienzo trata de definir en qué consiste el existencialismo.

Después de enmarcarse entre los que él define como existencialistas ateos comienza exponiendo como principal punto del existencialismo el convencimiento de que la existencia precede a la esencia.
Frente a la religión que propone a Dios como el hacedor, la implementación del hombre como realidad de un concepto previo, se defiende que el hombre aparece sin esencia, y es después, mediante su existencia cuando se define.

Citando: "[...] Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla."

Llegados a este punto, podría espetaros a la cara que esto es una realidad que a momento de ahora todos tenemos aceptada, pero supongo que pocos me creerían.

Merece una reflexión lo siguiente: pese a que poca gente que sea practicante de la religión de la que se considera creyente entre la gente que puedo frecuentar o conocer, resulta cierto que ya en este punto muchos podrían no sentirse incluídos en la afirmación de que no existe una esencia "suprahumana" previa al propio hombre.

Hay que reconocer que es algo que aún hoy forma parte de la mayoría. Tenemos unos valores personales, y muchas veces éstos están heredados en mayor o menor medida de la religión y de los hábitos sociales que han sido predominantes en España. Estos valores, si se tratan de desgranar tienen muchas veces sus raices en la religión, puesto que pocos han puesto a prueba todos estos principios y casi todos tenemos algunos de estos valores interiorizados de aquellos que a religión ha descrito como valores suprahumanos, y en la medida de concebidos, por Dios, previos a él (esto es una opinión, claro).

A continuación habla de algo muy interensante que yo realiciono claramente con mi manera de concebir el mundo.
Se habla de la subjectividad, en dos niveles.

Uno, el más estricto de la elección del individuo por si mismo. Otro el de la capacidad del hombre para sobrepasar la subjetividad humana.

Pese a que aquí me cuesta hilar los conceptos y, o yo soy un poco limitado, o no se acaba de perfilar el pequeño salto que se da en el razonamiento, este segundo concepto se refiere a que con cada uno de nuestros actos no sólo tenemos la responsabilidad de nuestras acciones sino las de nosotros como hombres, es decir como parte del colectivo que formamos parte.

Por un lado actuamos como Alejandro, y como tal responderemos ante nuestros actos, pero por otro lado somos personas y debemos asumir la responsabilidad de cualquier persona que hiciera lo que nosotros estamos eligiendo.

Diciéndolo de otra manera. ¿Qué opinaríamos si todos hicieramos lo que nosotros estamos haciendo?.
Ahí tenemos sobre nuestros hombros la responsabilidad de la humanidad entera, como dice Sartre.

Para aquellos que me conozcan, es otra de las referencias que yo considero útil a la hora de guiar los actos. Como personas tenemos la responsabilidad de actuar de una manera cívica, de respetar las leyes, ciertas reglas, para que todos podamos convivir.

No es importante robar un chicle en una tienda porque lo hagamos nosotros en particular, pero sí lo es cuando somos potenciamente un ciudadano que podría hacerlo, y como nosotros miles, y tirar por los suelos la propiedad privada.

Salvo que esa sea la intención (si no acabar con la propiedad privada, sí luchar con algún tipo de realidad que subyace al hecho de que yo no pueda apropiarme de lo que quiero en una tienda sin pagar por ello ), en cuyo caso me parece un planteamiento filosóficamente sostenible, estamos incurriendo es una falta de responsabilidad grave, la que tenemos como ciudadanos, y yendo un poco más allá, y como dice Sartre, como miembros de la humanidad entera.

Comenta al hilo de esta responsabilidad, la angustia de la existencia, la naúsea, que se puede entender como lógica en el momento en que se asume esa responsabilidad.

Dice que es común a cualquiera que ostente un puesto de responsabilidad, y pone el ejemplo de un jefe militar que haya de elegir qué hacer con unos soldados.
Él será responsable de sus vidas y ha de asumir esa responsabilidad y decidir.

Bueno, he de reconocer que comentar todo el texto es un poco cansado así que continuaré otro día.

Un saludo fuertote, y prometo que mi siguiente post no es semejante puro ;-).

Je, je, je