Wednesday, October 12, 2005

Bienvenidos a la realidad

Pues eso, sed todos bienvenidos al día a día, también llamado realidad.
Muerte a los optimistas y que vivan aquellos para los que la vida raspa al ponersela cada mañana encima nada más levantarse.

¿Qué es la realidad?. Mi ignorancia sobre tantas cosas, siendo la filosofía una de las que más me jode, me impide dar una lección sobre la visión histórica del concepto de realidad. Aunque supongo que una inmersión en la red me ayudaría a darla y a aclararme las ideas, mi dedos son apenas capaces de cargar con mis pensamientos como para cargar con los de grandes pensadores a lo largo de siglos de sesudas reflexiones.

Supongo que como tantas veces mis pensamientos serán meras sombras que proyectan las reflexiones de otros antes de mí, pero al menos les daré valor por su característica de propias.

¿Qué es la realidad, a parte de esa puta que nos engaña para hacernos creer que es buena, y a la menor nos abofetea para recordarnos que no es así?.
La respuesta no es fácil. Hay quien dirá que es relativa.
Otros muy apegados al despreciable día a día sin duda dirán que en eso consiste la realidad.
Yo siempre he sido un poco relativista, y mi opinión ha sido la de aquellos que dicen que las cosas son del color del cristal con el que se miran. Sin embargo, ¿no hay varias realidades dentro de nosotros?. ¿Hasta que punto son reales nuestros sentimientos, nuestras intenciones, miedos, fobias, etc?.

Hay gente que considera ciertas partes de su vida más reales que otras que se ve obligado a tener. ¿Qué es más real, el trabajo que hacemos cada día, con sus labores, y formas de comportarse, o lo que hacemos al salir de él?.
Quizá algunos afortunados piensen que la frontera no es grande entre ambas cosas, pero supongo que hay quien se conforma con poco. ¿De verdad alguien cree que tener que hacer las cosas que otra persona u organización quiere puede considerarse libertad de acción?.
En realidad estamos bastante esclavizados. Esclavizados por esa parte de la realidad, no cabe duda.

Yo no quiero considerarla real. ¿Es lícito que lo que pienso sea más real que lo que hago?. Si imaginamos a alguien largamente encerrado por una causa injusta en una cárcel es más fácil de comprender.
Es más fácil comprender que la realidad que se construye una persona en esas circunstancias merece ser más real que la que ha visto condenado a llevar por esa causa injusta que le mantiene preso.
Así quiero ser yo.
Mi cabeza siempre ha sido mi reino, donde salvo vergonzosas excepciones todo tiene un sentido para mí. Allí condeno el ir todos los días a trabajar, y es allí donde soy yo, rumiando un escape para esta vida.¿Cuándo es más real la huida?. ¿En el plan que se urde en la cabeza del reo, o cuando se plasma en su final liberación?.

Podríamos hablar de diferentes grados de realidad. Una realidad potencial, y una plasmación de esa realidad.Alguna película, de manera bastante burda por lo que recuerdo, hacía centro de su trama esa diferenciación, o la falta de ella más bien.

Yo quiero que mi realidad sea la de mi cabeza. Y hasta que consiga que las cosas que haga sean las que pienso, las que deseo, así quiero que siga siendo.Nunca nada que no me apetece hacer ha de ser lo que tenga que tomar como mi realidad. Porque cuando eso ocurra así estaré derrotado. Vencido para siempre y lanzado a las profundidades del mundo, donde muchos se conforman con vivir.

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