Sunday, August 21, 2005

Sólo son horas

El chasquido del segundero del reloj martilleaba su cabeza recordándole que había algo perverso en todo aquello.
No podía comprenderlo, pero le pesaba como cemento en torno a sus pies. El mismo cemento que siempre le había impedido salir a jugar con los demás chicos en la calle.
Una punzada de culpabilidad apareció como tantas otras veces y le recordó que no era normal. Que debería saber qué hacer para hacer amigos, para relacionarse con los demás niños.
Sin embargo se bloqueaba. Se sentía encerrado.

Los recuerdos del último día de colegio siempre le alegraban, y eran promesa de algo mejor para el curso siguiente.
Lo veía como su isla particular. Sabía que era una isla, pero para él abarcaba todo el mundo, era su mundo. El lugar donde podía ser él.

Ahora venía cuando pensaba que era afortunado. Él no tenía problemas. Había otros niños en el colegio a los que trataban peor que a él. Incluso había niños con padres separados. Seguro que su vida era más dura que la suya.

Era un día soleado, esos eran los peores. Cuando las voces de los niños jugando fuera entraban por la ventana un sudor frío le recorría el cuerpo y se sentía todavía más encerrado.
Los días que le encantaban eran los días nublados. En esos días se sentía como uno más. Todos los niños estaban en sus casas y él no era diferente.

Algunos gritos se filtraban por la puerta, algún portazo, pero nada demasiado fuerte. A ratos había incluso calma. No llegaba a entender casi nada, y lo prefería. No quería entender nada y se tapó los oidos para no tener tentaciones de articular unos sonidos con otros y poder dar un significado a todo ese ruido.

Estaba empezando a atardecer. Era su momento preferido del día. Ahora le apetecía leer.
Le gustaba dejar volar su imaginación y sobre todo imaginarse con una chica. La besaba y ella quería que siguiera y le sonreía.
El libro era muy interesante. Trataba de un chico joven, que decidía embarcarse en uno de aquellos navíos que iban a las américas. Cuando llegaba allí las aventuras se sucedían una detrás de otras. Eran previsibles a veces, pero le encantaban. Los de "Flanagan" eran mejores, pero de todos modos éstos le situaban en paisajes algo más exóticos.

Se le habían ido dos horas ya, sin darse cuenta. La hora de cenar casi había pasado, al menos la habitual.
Tenía hambre, pero no se atrevía a ir a la cocina. No quería encontrarse con él.
Sabía que estaría enfadado, sólo quería que desapareciera, que se fuera de casa un rato.
Sólo así la casa tenía otro aire, casi tranquilo. Si no fuera por los hipidos de ella.

A veces trataba de acercarse, pero muchas veces ella no le quería cerca.

Si sólo pudiera irse fuera. Si sólo pudiera ser ya octubre y pudiera estar en el colegio.

Igual trataba de bajar a dar una vuelta abajo. Había un chico con el que en alguna ocasión había jugado y que era muy simpático con él. Quizá era porque no le conocía.

El ruido de la puerta que se cerraba tras de sí no pudo menos que sobresaltarle algo. Había bajado casi en un susurro. Al pasar por el salón había gritado a su madre que se iba a dar una vuelta y apenas había oído como balbuceaba algo afirmativo cuando salía.

En la calle hay muchos chicos, pero no sabe cómo acercarse a ellos.
Ve a dos cuchichear cuando él pasa. La sangre le hierve en las venas. ¿Qué les ha hecho?.

Nota cómo las sienes le arden, las manos le tiemblan. También la voz le temblará si dice algo, pero no le importa.
-¿Teneis algún problema?.

Parecen asustados. Seguro que son de la misma edad que él, pero él es más grande.

-No.

Oye un susurro -Imbécil-.
No necesita pensar.

Se vuelve solo, la mente se le nubla y la mano le duele. Le laten las venas en los nudillos y apenas en un quejido lejano oye lo que dice uno de los chicos. Descarga toda su ira.
-Maldito cabrón, maldito hijo de puta. Deja de gritarnos, deja a mamá en paz.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Bienvenido a zgz, no se si leeras esto antes de verte en la cena de esta noche, Petao te ha dicho mal la hora, es a las 10.
si llegas tarde siempre puedes decir que no has leido esta nota. ;)

Por cierto, bonito texto!

Te veo luego!

9:49 AM  
Anonymous Anonymous said...

Insignificante comentario para dar constancia de que SI, hay por ahí gente que lee (y aprecia) tus textos.
Un abrazo

8:43 AM  

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